Son
las 4:45 de la mañana, desde la
colchoneta donde duermo, puedo escuchar los ronquidos de Benja, quien se
despierta , tal vez por su mismo ruido al dormir, tose y hace resonar
sus
entrañas y dice; - Ya no puedo dormir y nada que amanece rápido. Al
fondo se escucha despertar de la gran ciudad. Cali es una ciudad enorme,
ya
debe estar acerándose a los tres millones de habitantes. Somos tantos,
que a
unos nos tocó, venirnos a disfrutar de la
calidez de sus montañas que le circundan
por el oeste, donde inicia el parque natural farallones. En mi caso, que
es
igual a más de 500 mil personas que deben habitar este sector.
Cuidado, animales en la vía, ¿Nosotros o quienes? |
Cuando
el reloj marca las 5:20 de la
mañana, nos ponemos de pie al baño, agüita "pa fuera" (orinar, mear) y
agüita "pa dentro", (tomar
agua) bajar las bicis que están colgadas reposando sobre las paredes, en
un
gancho de hierro oxidado que baja desde el techo de
la casa. Canasta, Parrillas y amarres listos. Johnny Leiton, John “el
morocho” y
yo, salimos a eso de las 5:45 am, suavemente, con algo de frío, producto
de la mañana y por el descolgar la montaña aun paso moderado.Recorremos
la ciudad por la avenida circunvalación, de
sur a norte, buscando la salida al mar, para luego tomar el barrio
aguacatal y subir un
poco, saliendo en medio de zonas verdes y empresas extractoras de
materiales de
construcción. A un lado un letrero dice “Prohibido talar árboles, cuide
la
naturaleza, las fuentes de agua” y cincuenta metros más adelante, al
otro lado
de la vía, dice; “bienvenidos fábrica de
materiales… el…” y para ellos si no funcionado de no talar y de cuidar
la
naturaleza, pues para sacar sus materiales de construcción con
maquinaria
pesada destruyen y devoran la montaña.
Son cerca de 17 kilómetros desde
casa, ya hemos salido de la ciudad, hay pastales secos, uno que otro
árbol, y por los postes de energía letreros
que dicen zona vigilada con cámaras. La carretera está llena de balastro y arenilla, en algunas
partes se nota la contaminación por el polvo producido por las maquinas saqueadoras
de la tierra. Un giro a la izquierda, en un cruce de caminos,
para no tomar la vía hacia la paz.
Aún es temprano, no hemos gastado, si no 57 minutos en hacer el
recorrido, inicialmente en medio de carros y motos, y luego por carretera
destapada en medio de mucho polvo, cantos de pájaros y montañas pálidas, áridas y
secas pero, que a medida que nos alejamos de la ciudad se van tornando verdes y
a lo lejos azules. Una parada para orinar sobre un barranco, mientras miramos a
lo alto de la montaña los huecos de entradas a las minas, unas activas, otras
abandonadas, pero, que igual no podemos ir a chismosear porque a tres metros de
la vía esta una gran cerca de alambres
de pua y uno que otro letrero que dicen; PROPIEDAD PRIVADA, que deberían decir
“Propiedad saqueada.”
Luego un giro a la derecha y
llegamos, a una granja avícola, donde supuesta-mente las gallinas no están enjauladas, son más saludables y junto a sus huevos, más económicas hay una “cola”, fila de
gente, para comprar. Unos han llegado en moto, otros en carro y solo tres
llegamos en bicicleta. Johnny se va delante de
la fila, no se que dice allá y saltándose el orden que tiene la gente en
la fila, le veden 4 gallinas y 5 panales “Cubetas” de huevos, nadie protesta
por el hecho.
Listas las gallinas en
una canasta y los panales de huevo sobre
la parrilla vacía, iniciamos el retorno a la bulliciosa ciudad, la
mayoría del
tiempo descolgando, incluso dentro de la ciudad, la vía al mar y al
tomar la
calle 5 desde la 1, hacia el sur hasta el estadio es un poco en bajada.
Así que, se nos hace más fácil y rápido el retorno hasta los bomberos de
Siloe. Subir la
curva del diablo y las lomas de Lleras y de la casa si es bastante
difícil y
pocos en bicicleta se atreven a hacer esa aventura.
Llenos de sudor, fatigados pero muy felices a eso de las 10:00 de la maña regresamos a casa cargados de gallinas, huevos en las bicis pero, mucha energía positiva en nuestro ser...
Llenos de sudor, fatigados pero muy felices a eso de las 10:00 de la maña regresamos a casa cargados de gallinas, huevos en las bicis pero, mucha energía positiva en nuestro ser...
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