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Primer resumen


Día 1. La dura salida. Enero  5 de 2017.

Después de muchos intentos  al fin logre salir, y me hice mis primeros 49 kilómetros desde casa de mi “apa”, hasta Popayán. Bueno di muchas vueltas, haciendo ajustes de último momento.

San José, a Piendamó, acomodando alforja, y con mucha ilusión, en medio de tremendo aguacero, que a su vez sirvió para probar, la impermeabilidad de todo el equipaje.




Piendamó, mi pueblo natal, a revisar alforjas, a colocar parrilla (aquí,  agradecimiento a la gente de la bicicletería 2.000 a Nelson, Jymy, Alirio y demás) en la parte delantera, pues no basto la as alforjas en la parte de atrás. También en FERREMAESTROS con Joel, acomodar tabla para la parrilla trasera,  cambio de tenedor y salir nuevamente al camino ya sin lluvia, a mediodía, hasta llegar a Popayán, donde ya estaba tarde para continuar el pedaleo, además tocaba esperar  un billetico para los dulces del camino, buscar la carpa de camping, que no le conseguí finalmente por que la ciudad blanca estaba más banca que nunca, porque se festejaban los carnavales de negros y blancos.

Terminar el día donde  William y Damaris, par amigos que me recibieron y ayudaron a resolver estos últimos detalles técnicos de viaje.

Día 2.  Alejándome de mí mismo. Enero 6 de 2017

5:15 am de pie, baño y seguidamente desayuno, adiós a Willy y Damaris y arranco mi  pedaleada al sur…

Timbío, Rosas, Piedra sentada, el mango,  el bordo, municipio donde almuerzo y compro la carpa de camping. Paisajes hermosos, dejo el frio de las montañas y me meto al calor infernal del valle del Patía. Paso Patía, el estrecho y cuando aún me faltaban 25 kilómetros para terminar el calor de hasta 35 grados de temperatura,  se  empezó a anochecer y las fuerzas a acabar. Decido parar y ya muy despacio, llego a una casa ubicada al lado de una escuela,  y allí me dejan acampar, además de que me dieron envueltos de maíz y queso con aguapanela, eso basto, para completar la ración de 4 litros de agua consumidos en este semi - desierto patiano. Fueron 140 kilómetros 700metros de camino recorrido por este día. 

La temperatura osciló entre 25 y 36 grados, consumí cerca de 4 litros de agua, y consumí panela, mangos, y sandia, todos obsequiados por la gente que anima todo el tiempo en la carretera. En el camino me alcanzo en bicicleta rutera, Giovanni González, ciclista que venía de Bello Antioquía, y hace parte del grupo de Facebook, Ciclistas del mundo, un poco de charla, vimos sacar un bus de una alcantarilla, y eso fue casi todo.

Día 3.  Agónica subida a 40 grados de temperatura. Enero 7 de 2017
Antes del amanecer, levanto mi camping y salgo a terminar los últimos 25 kilómetros del valle de Patía, hasta llegar a Remolinos, primer pueblo en el departamento de Nariño. Aquí desayuno, y Continuo con mi pedaleada que me esperaba. Fueron los 25 kilómetros siguientes más duros de mi historia, subiendo constantemente, a una temperatura casi constante de 40 grados,  con
sumí 6 litros de agua, uno de ellos mezclado con suero hidratante, obsequiado por un carro ambulancia en la vía. 

Muchos mangos, panela, y envueltos de maíz y queso obsequiados por la señora do
nde pasé la noche anterior. Recorrí en total 78 kilómetros, llegando hasta la entrada a chachagui, zona donde esta ubicado el aeropuerto de Pasto. Allí me ubique en la primera estación de gasolina que encontré, un policía me regalo, lo del almuerzo  en el camino en Payona, y en la estación de servicio me dijeron, compre en el restaurante una sopita y le damos la habitación para que duerma tranquilamente y no tenga necesidad de sufrir acá afuera… claro, que acepte.


Día 4. Llegada tranquila  a Pasto pues. Enero 8 de 2017


De Chachagui a Pasto fueron solo 38 kilómetros, de pedaleo, eso sí, casi todos subiendo, solo al final los últimos 7 entrando a la ciudad si en bajada… ya sabía no estaba lejos, lo tome con calma, pare muchísimas veces, me paso un chino-japonés, jajaja,  un chico  Asiático, llevaba más maletas que yo, pero, hablaba menos español y pedaleaba más rápido, tenía afán… paso de largo… al entrar a Pasto fui acompañado largo camino por varios ciclo montañistas que me alcanzaron, me dieron la bienvenida ánimo para acabar de llegar.

Juan Antonio, quien me esperaba en su bici, al empezar a descolgar, me dijo que su casa estaba llena de fiesteros que aun andaban de carnaval, , me llevo a un buen hotel entre terminal y centro, pago dos días de habitación y dijo descansa y el martes  salimos hacia Ipiales, se fue y yo aquí sigo descansando y contando como va mi camino hasta hoy. Hasta el día de hoy son 306 kilómetros de pedaleada.

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